Cuando se sale de la frontera española se observa que el ancho de vía europeo es diferente al español; no obstante, el cambio de vía es muy rápido en comparación con el trabajo que cuesta levantar con “gatos hidráulicos” uno por uno cada vagón, cambiar manualmente los “bogies” (palabra inglesa que designa lo que comúnmente se conoce por las ruedas) y volver a recomponerlo todo completamente, si se desea entrar por ejemplo en territorio de la Federación Rusa, a través de Bielorrusia o Ucrania.
A diferencia del sistema automático español ideado por la empresa Talgo, el cambio de bogies para entrar en las repúblicas exsoviéticas de hace de forma manual, con una duración de aproximadamente 1 hora y con los siguientes pasos:
1 - Los trenes entran en las instalaciones con los pasajeros dentro de los vagones.
2 - Cada vagón es levantado por 4 gatos hidráulicos (dos en cada parte del vagón), hasta dejar el vagón a una altura de 1 metro para quitar los bogies (y donde todos los vagones se levantan a la vez, ya que están enganchados entre sí).
3 - Los bogies se sacan de debajo de los vagones, y unos nuevo bogies con diferente ancho de vía son colocados debajo del tren.
4 - Por último se bajan los vagones y el tren sale de la instalación hasta llegar al apeadero de la estación.
Los lugares más importantes donde se realiza este cambio manual son: las ciudades ucranianas de Chop (Чоп) y Jagodin (Ягодин) junto a las fronteras de Hungría y Polonia respectivamente, y la ciudad bielorusa de Brest (Брэст) junto a la frontera polaca.
Más información en la estación de Brest (Bielorusia):