La palabra “ghetto” se refiere a la zona de la ciudad donde antiguamente vivían
los judíos y se extiende entre la iglesia de Santa Maria del Pianto, los restos
del Portico de Octavia y el Tíber, cerca de la isla Tiberina. Se trata de una
de las zonas más sugestivas de la ciudad, por su ubicación en el corazón de
Roma y por su encanto especial y “vivo”, que le regala una atmósfera muy
diferente de la que caracteriza otras zonas turísticas del centro. Pasear por
las estrechas calles del ghetto significa descubrir plazas, monumentos, iglesias,
talleres de artesanos, históricos restaurantes… De hecho, esta zona de la
ciudad cuenta no solo con un gran valor histórico y monumental, sino también
gastronómico, gracias a sus famosas “trattoria” donde se pueden descubrir las
tradiciones de la cocina romanesco-judía.
Creado en el año 1555, el ghetto de Roma es uno de los más antiguos del
mundo. Su corazón es la Sinagoga, conocida como “Tempio Maggiore” (Templo
Mayor) que fue edificada a comienzos del siglo XX en el Lungotevere dei Cenci y
hoy sigue siendo un punto de referencia fundamental para la comunidad judía de
la ciudad. Ubicado en el complejo monumental de la Sinagoga, se encuentra el
Museo Ebraico: inaugurado en el año 1960 y recientemente renovado,
cuenta con siete salas, ofreciendo un recorrido expositivo que lleva a
descubrir objetos de arte e inestimables documentos, que testimonian la
historia de la comunidad judía de Roma.
Otro lugar imperdible es el “Portico di Ottavia”, que fue construido el
siglo II a.C. en lugar del Pórtico de Metello y dedicado a Octavia, la hermana
del emperador Augusto. Hoy se pueden contemplar el propíleo de entrada y parte
del pórtico, que datan del siglo II d.C., cuando el monumento fue rehabilitado
después de un incendio. Como testimonia una inscripción latina, durante la Edad
Media en la zona de las ruinas se celebraba un gran mercado del pescado: a este
mercado de época medieval hace referencia el nombre de la iglesia Sant’Angelo
in Perscheria, que fue construida en el siglo VIII.
En el ghetto se puede contemplar también el Teatro Marcello, que es más
antiguo del Coliseo y se caracteriza por una estructura semicircular
(hemiciclo): su construcción empezó en la época de César y terminó en el año 11
a.C., bajo Augusto, quien lo dedicó a su sobrino Marcelo. El Teatro es
escenario de importantes conciertos, especialmente durante el verano, cuando se
celebran los "
conciertos del Templete"(Concerti del Tempietto, hasta el 6 de octubre).
El ghetto es famoso también por la Fontana delle Tartarughe (la Fuente de las
Tortugas), que fue construida a finales del siglo XVI y es considerada una de
las más bellas de la ciudad.
Esta zona de Roma cuenta con una ubicación estratégica, en el corazón de la
capital, a solo 20 minutos andando del Coliseo. Puede ser el barrio ideal para
buscar un apartamento (puede alquilar un piso con esta
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encuentra cerca del río: cruzando el Tíber, pasando por la famosa isla
Tiberina, se llega a Trastevere, barrio popular de hermosas plazas, que cuenta
con una animada vida nocturna.